Ginebra, 14 de enero de 2010. La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) se une al esfuerzo internacional para proporcionar asistencia humanitaria a Haití, que fue devastado por un terremoto el 12 de enero de 2010.
40 terminales satélite se están desplegando de forma inmediata para restablecer los enlaces de comunicación básicos, y otros 60 terminales de banda ancha se están enviando con expertos para operarlos. La ITU también va a poner en marcha una Estación Base Desplegable Qualcomm (QDBS, Qualcomm Deployable Base Station), un completo y fiable sistema celular diseñado para proporcionar comunicaciones inalámbricas vitales dirigidas a fortalecer los mecanismos de respuesta y recuperación en una zona de desastre. La ITU ha desbloqueado un fondo de más de 1 millón de USD para fortalecer los esfuerzos de respuesta ante el desastre de Haití.
El Secretario General de la ITU, Hamadoun Touré, expresó su solidaridad con el pueblo de Haití y ofreció sus condolencias a las desconsoladas víctimas del desastre. «Todo el mundo está conmovido por la devastación y la incomparable desgracia causada por el terremoto en Haití», afirmó el Dr. Touré. «La ITU hará todo lo posible para proporcionar asistencia al pueblo de Haití, restableciendo los enlaces de telecomunicaciones que serán vitales en los esfuerzos de rescate y rehabilitación en los próximos días». El Dr. Touré también hizo un llamamiento a los Miembros de los Sectores de la ITU y a otras compañías de TIC para que apoyen urgentemente los esfuerzos de la ITU para restaurar las telecomunicaciones en Haití.
Junto a la destrucción de edificios e infraestructura, los enlaces de telecomunicaciones en Haití también sufrieron daños por el terremoto de 7.0 grados de magnitud. El restablecimiento de las comunicaciones es una herramienta crítica para asegurar la difusión temprana de información contrastada a las entidades gubernamentales y las agencias de ayuda implicadas en los esfuerzos de rescate y rehabilitación.
El peor terremoto en la región en los últimos 200 años alcanzó a Puerto Príncipe, la capital de Haití, así como a otras ciudades y pueblos del país, dejando varios miles de muertos y heridos. El Secretario General de las Naciones Unidad, Ban ki-moon, lo consideró como una «emergencia humanitaria excepcional».